Robert Niedergesäß, jefe del distrito de Ebersberg, remarcó la enorme importancia económica de esta empresa global para la región. «Estoy muy impresionado por todo lo positivo que Schlemmer en Poing lleva al mundo», afirmó Nidergesäß.
Josef Minster, CEO de la empresa desde 1999, volvió la vista atrás más de medio siglo en la historia de la empresa en su discurso e incluso reveló una de las fórmulas de éxito del grupo Schlemmer: «La pronta y consecuente internacionalización de la empresa, que tuvo lugar en el año 1988 en Singapur y que en la actualidad sigue siendo uno de nuestros objetivos empresariales más importantes, nos permite ofrecer a nuestros clientes un verdadero valor añadido in situ». Minster también tuvo unas sinceras palabras de aprecio para los empleados del grupo Schlemmer: «A pesar de nuestra orientación global, nuestra cultura empresarial está fuertemente marcada por nuestra sede original: nuestros empleados saben bien lo que es trabajar duro pero, tras acabar su jornada laboral, no se olvidan de mantener el carácter acogedor y social típico de Baviera. Naturalmente, no todo ha sido un camino de rosas durante estos 60 años de historia; en épocas de crisis, nuestro equipo siempre ha demostrado saber arrimar el hombro y dominar con éxito las situaciones difíciles. Por ello, deseo agradecer de corazón a todos los empleados la dedicación prestada», dijo Minster.
Christian von der Linde, CFO desde hace unos dos años, describió en su discurso, entre otras cosas, las previsiones para el posterior crecimiento del grupo Schlemmer: «En su 60 aniversario, Schlemmer se presenta como una empresa bien situada, solvente y nunca antes mejor posicionada para las tareas que nos depare el futuro. Nuestro objetivo se centra en duplicar nuestro volumen de negocios actual de 240 millones hasta los 400 millones para el año 2020. Para ello, el número de empleados crecerá de los 2000 actuales, hasta los 3000».
Para hacer realidad estos planes tan ambiciosos, el grupo Schlemmer apuesta por una serie de proyectos centrales para los próximos años, recientemente definidos en el concepto de modelo ONE SPIRIT 2020. De esta forma, las inversiones en I+D se triplicarán. Las próximas adquisiciones de empresas y la apertura de nuevas sedes en el extranjero servirán para reforzar, aún más, el liderazgo tecnológico y la presencia en el mercado. «Invertir en el futuro también significa invertir en los empleados. Gracias a atractivos modelos de bonificación y participación, así como a la elevada responsabilidad social, Schlemmer se presenta hoy como un moderno empleador. Como empresa TOP Employer y sociedad que ofrece formación profesional a aprendices, nuestro objetivo es hacernos sentir aún más claramente tanto por la gente que vive en esta región como por jóvenes talentos que entran a trabajar en nuestras filiales extranjeras», expresó Josef Minster.
Otra de las atracciones de la celebración del 60 aniversario fue la exposición ideada por los empleados en la que se documentan obras históricas de la evolución de la empresa. Por ejemplo, poco conocido es el afortunado encuentro entre quien fuera gerente durante muchos años Adolf König con el ingeniero de MAN Emil Knobloch. La petición del ejército federal alemán a MAN de desarrollar un vehículo que fuera capaz de cruzar cursos de agua de 120 cm de profundidad hizo al ingeniero adoptar la siguiente idea decisiva: le pidió a Schlemmer, que en aquella época era también especialista en la comercialización de productos sanitarios, una enorme cantidad de flexos de ducha comerciales y los empleó para proteger del agua el sistema eléctrico del prototipo del vehículo: en ese instante nació la protección para cables, tal como actualmente fabrica y comercializa Schlemmer en todo el mundo aunque en una versión mucho más desarrollada.